Un estudio que demuestra que la depresión no está causada por niveles bajos de serotonina, la «hormona de la felicidad», se ha convertido en uno de los artículos médicos más compartidos.
Ha provocado una oleada de afirmaciones engañosas sobre los fármacos antidepresivos, muchos de los cuales aumentan la cantidad de serotonina en el cerebro.
Esta investigación no demuestra que los medicamentos no sean eficaces.
Pero la respuesta a esta investigación también ha planteado algunas cuestiones reales sobre el modo en que la gente trata y piensa en las enfermedades mentales.
Después de que Sarah tuviera su primer episodio psiquiátrico grave, a los 20 años, los médicos le dijeron que los medicamentos que le habían recetado eran como «insulina para un diabético». Era esencial, corregiría algo químicamente incorrecto en su cerebro y debería haberlo tomado de por vida.
Su madre tenía diabetes de tipo 1, así que se lo tomó muy en serio.
Sarah siguió tomando los fármacos a pesar de que parecían empeorar su estado, hasta que escuchó voces amenazantes que le decían que se suicidara y fue sometida a terapia electroconvulsiva (TEC).
Sin embargo, la afirmación de que necesitaba el medicamento como un diabético necesita insulina no se basaba en ninguna prueba médica.
Te sientes traicionado por la gente en la que confiabas», dice.
Su reacción a los fármacos fue extrema, pero el mensaje de «desequilibrio químico» que le dieron no era inusual.
Muchos psiquiatras llevan mucho tiempo afirmando que los niveles bajos de serotonina no son la causa principal de la depresión y este documento no dice nada nuevo.
Sin embargo, la inusual reacción del público sugiere que esto es nuevo para muchos.
Pero algunos han dado un salto inexacto al pasar de decir que los antidepresivos no funcionan corrigiendo un desequilibrio químico a decir que no funcionan en absoluto.
Y los médicos temen que, ante la confusión, la gente pueda dejar de tomar los medicamentos de forma abrupta y arriesgarse a sufrir graves efectos de abstinencia.
El National Institute for Health and Care Excellence (NICE) afirma que estos fármacos no deben suspenderse de forma brusca, salvo en caso de emergencia médica, y que la reducción lenta de la dosis puede minimizar los síntomas de abstinencia.
Qué ha demostrado la investigación?
Esta última investigación analizó 17 estudios y descubrió que las personas con depresión no parecían tener niveles diferentes de serotonina en sus cerebros que las personas sin depresión.
Los resultados ayudan a descartar una posible forma en que los fármacos podrían funcionar: corrigiendo una deficiencia.
«La mayoría de nosotros sabemos que tomar paracetamol puede ser útil para los dolores de cabeza y no creo que nadie crea que las cefaleas estén causadas por una deficiencia de paracetamol en el cerebro», señala el doctor Michael Bloomfield.
Funcionan los antidepresivos?
Las investigaciones sugieren que los antidepresivos funcionan sólo ligeramente mejor que los placebos (medicamentos ficticios que se dicen reales). Los investigadores debaten sobre la importancia de esta diferencia.
Dentro de esta media, hay un grupo de personas que obtienen resultados mucho mejores con los antidepresivos, pero los médicos no tienen una buena forma de saber quiénes son estas personas cuando los recetan.
Algunas personas que toman antidepresivos dicen que los medicamentos les han ayudado durante una crisis de salud mental o que les permiten controlar los síntomas de la depresión en el día a día.
La profesora Linda Gask, del Real Colegio de Psiquiatras, afirma que los antidepresivos son «algo que ayuda a muchas personas a sentirse mejor rápidamente», especialmente durante una crisis. Generico Pamelor 50mg
Pero una de las autoras del trabajo sobre la serotonina, la profesora Joanna Moncrieff, señala que la mayoría de las investigaciones realizadas por las empresas farmacéuticas son a corto plazo, por lo que se sabe poco sobre el bienestar de las personas después de los primeros meses.
Hay que decir que seguiremos revisándolos y que no los mantendremos a nuestro cargo más tiempo del necesario,
lo que no suele ser el caso, coincide el profesor Gask.
Aunque dejar la depresión sin tratar tiene sus riesgos, algunas personas experimentan graves efectos secundarios de los antidepresivos, que según los autores del estudio sobre la serotonina deben ser comunicados con mayor claridad.
Según el NICE, estos pueden incluir pensamientos e intentos de suicidio, disfunción sexual, entumecimiento emocional e insomnio.
Desde el pasado otoño, se anima a los médicos británicos a ofrecer terapia, ejercicio, atención plena o meditación a las personas con depresión menos grave antes de probar la medicación.
Cómo se discutió la investigación?
Una típica respuesta engañosa afirmaba que el estudio demostraba que la prescripción de antidepresivos estaba «construida sobre un mito».
Pero el estudio no tuvo en cuenta el uso de antidepresivos.
La serotonina desempeña un papel en el estado de ánimo, por lo que alterarla puede hacer que las personas se sientan más felices, al menos a corto plazo, incluso si no tenían inicialmente niveles anormalmente bajos. También puede ayudar al cerebro a establecer nuevas conexiones.
Otros han argumentado que este estudio demuestra que la depresión nunca ha sido una enfermedad del cerebro de las personas, sino una reacción a su entorno.
«Por supuesto que son ambas cosas», dice el Dr. Mark Horowitz, uno de los autores del trabajo.
«La genética afecta a la sensibilidad al estrés, por ejemplo.
Pero a las personas que reaccionan con simpatía ante las circunstancias difíciles se les puede ayudar mejor con «asesoramiento sobre relaciones, asesoramiento financiero o un cambio de trabajo» que con drogas.
Sin embargo, Zoe, que vive en el sureste de Australia y padece tanto depresión grave como psicosis, sostiene que el concepto de depresión como un «inconveniente» que desaparecería si «resolviéramos todos los problemas sociales» es demasiado simplista y pasa por alto a las personas con enfermedades mentales más graves.
La psicosis le viene de familia, pero los episodios suelen desencadenarse por acontecimientos estresantes, como las fechas de entrega de los exámenes.
Zoe afirma que la medicación, incluidos los antidepresivos, ha cambiado su vida y ha sido capaz de calcular que los efectos secundarios «merecen la pena» para evitar episodios graves.
Todos los expertos que han hablado con BBC News coinciden en este punto: los pacientes necesitan más información, mejor explicada, para poder hacer ellos mismos estos difíciles cálculos.